lunes, 17 de octubre de 2011

Bolívar en Bolivia

Bolívar en Bolivia
            El 9 de febrero de 1825, el mariscal Antonio José de Sucre y Casimiro Olañeta, abogado de Chuquisaca y sobrino del mencionado general, convocaron a todas las provincias altoperuanas para reunirse en un congreso que debía decidir el destino de la nación. Pero, el destino de la nueva república estaba sujeto a tres posibilidades que se abrían en el seno de la asamblea, proseguir la unidad con Buenos Aires, incorporándose al conjunto de las Provincias Unidas, mantener la adhesión al Perú reconociendo las medidas de incorporación dictadas por el virrey Abascal como resultado de la revolución del 16 de julio de 1809 en La Paz, o sostener con decisión la independencia absoluta del Alto Perú, no sólo con relación a España, sino también con referencia al Provincias Unidas del Río de la Plata y al Perú. Tanto como el gobierno de Buenos Aires y el Perú admitían esta tercera alternativa, en cambio, Bolívar, si bien no desautorizó públicamente a Sucre le reprochó en carta privada esta iniciativa, pues entendía que alentar en ese momento un acto de soberanía de esa naturaleza, conspiraba contra los intereses de la Gran Colombia, ya que el territorio de la Real Audiencia de Quito podría pretender el mismo trato que la de Charcas.    El Congreso General Constituyente de Buenos Aires, por decreto de 9 de mayo de 1825, declaró que «aunque las cuatro provincias del Alto Perú, han pertenecido siempre a este Estado, es la voluntad del congreso general constituyente, que ellas queden en plena libertad para disponer de su suerte, según crean convenir a sus intereses y a su felicidad», despejando el camino a la independencia alto peruana.
            Sucre, un tanto molesto por el reproche que le hacía Bolívar, después de demostrar sus razones, anunció que obedecería lo mandado, pero que también abandonaría el país, porque lo que se le ordenaba no compartía con su criterio, más al contrario, chocaba con su conciencia y comprometía la fe de su palabra. Convocada nuevamente la Asamblea Deliberante en Chuquisaca, el 9 de julio de 1825, y concluida se determinó la completa independencia del Alto Perú, bajo la forma republicana, por soberana de sus hijos. Finalmente, el presidente de la Asamblea José Mariano Serrano, junto a una comisión, redactó el Acta de la Independencia que lleva fecha del 6 de agosto de 1825, en honor a la Batalla de Junín ganada por Bolívar. Por lo que la independencia de la República de Bolivia fue proclamada definitivamente el 6 de agosto de 1825 en un Congreso celebrado en Chuquisaca.

El 18 de mayo de 1826 Bolívar firmó en Lima un decreto de reconocimiento de la independencia de Bolivia por parte del Perú. []Mediante un decreto la Asamblea determinó que el nuevo estado llevaría el nombre de «República Bolívar», en homenaje al Libertador, designado «Padre de la República». Se le concede también el supremo poder ejecutivo en forma vitalicia, con los honores de Protector y Presidente.[4] Bolívar agradeció estos honores, pero declinó la aceptación del cargo, designando al general Antonio José de Sucre.
            Pasado un tiempo se volvió a debatir el nombre de la joven nación, y un diputado potosino llamado Manuel Martin Cruz, dijo que al igual que «de Rómulo viene Roma», «de Bolívar vendrá Bolivia». Bolívar al enterarse de esta noticia se sintió halagado por la joven nación. Bolívar hasta ese momento no aceptaba de buen grado la independencia de Bolivia, debido a que le preocupaba su futuro, debido a que Bolivia se encuentra en el centro de Suramérica, y esto según Bolívar supondría que sería una nación acosada y que afrontaría futuras guerras, cuestiones que se cumplieron.             Bolívar deseaba que Bolivia formara parte de otra nación, preferentemente Perú, pero lo que le convenció profundamente fue la actitud de las masas populares. El 18 de agosto, a su llegada a La Paz hubo una manifestación de regocijo popular. La misma escena se repitió cuando el Libertador llegó a Oruro, después a Potosí y finalmente a Chuquisaca. Esta expresión tan ferviente de la población, conmovió a Bolívar, quien llamó su «hija predilecta» a la nueva Nación.

Cátedra Bolivariana II

Bolívar en Perú
            Llegada de Bolívar a Perú: Bolívar sabía que la independencia de la Gran Colombia nunca estaría segura si no se lograba definitivamente la independencia del Perú; tampoco aquí se veía otra alternativa que no fuera la intervención del Libertador. Por su parte, Sucre, el hábil adelantado de Bolívar, había preparado eficazmente el terreno para la realización de sus planes. El Congreso solicitó con urgencia la presencia de Bolívar y tan pronto como éste hubo llegado le concedió la suprema autoridad con poderes militares y políticos, hasta la terminación de la guerra. El Protectorado no consolidó la independencia y acabó en medio de críticas. Por ello San Martín se retiró, devolviendo el poder al pueblo peruano a través del Congreso instalado en 1822, y que tampoco pudo vencer al virrey. Los peruanos, impotentes, tuvieron que llamar al exitoso libertador caraqueño, Simón Bolívar.
            Para los peruanos era insufrible ya la situación, la anarquía reinaba por doquier, y la amenaza realista crecía. El 10 de febrero de 1824 Bolívar es nombrado Dictador del Perú, para que controle las riendas. Su actuación, de hecho, produjo los frutos deseados. El decreto del Congreso del Perú dice: «Considerando ...que sólo un poder dictatorial depositado en una mano fuerte, capaz de hacer la guerra, cual corresponde a la tenaz obstinación de los enemigos de nuestra independencia, puede llenar los ardientes votos de la representación nacional...la suprema autoridad política y militar de la República queda concentrada en el Libertador Simón Bolívar».  Eran los días en que el Perú agradecido confiaba en el Libertador y depositaba en él toda su esperanza. No fue defraudado este país sureño, cuando ese mismo año de 1824 Bolívar logró desbaratar la anarquía de los inadaptados, y para cerrar con broche de oro el 9 de diciembre Sucre vence en Ayacucho dando libertad al Perú y al resto de la América dominada entonces por los españoles.
            La Campaña Final: Con las tropas traídas por él, Bolívar preparó la ofensiva buscando recursos en el norte y centro del país. Acantonó sus tropas en Huaylas y pasó después a Cerro de Pasco, el 6 de agosto de 1824, la victoria de Junín le abrió el acceso a la sierra y señaló el principio del fin para los ejércitos del Rey. Bolívar regresó a Lima mientras Sucre al frente de un ejército de colombianos, argentinos, chilenos y peruanos prepara la campaña final. El choque de se produjo el 9 de diciembre de ese mismo año en los campos de Ayacucho, con el triunfo total de los patriotas. El Virrey La Serna fue tomado prisionero y firmó la Capitulación de Ayacucho que puso fin a la resistencia de los españoles en le Perú.

                     Información tomada de internet.